Estoicismo, en el significado más literal, es una filosofía antigua nacida en Grecia y Roma, pero cuando escuchamos filosofía, creemos que es algo no práctico, algo muy avanzado y que no es para nosotros. En realidad el estoicismo es la filosofía más práctica de todas, es la que más podemos ver reflejada en el día a día. Inspirando desde esclavos como Epicteto hasta emperadores como Marco Aurelio; a santos católicos como Santo Tomas de Aquino, San Pablo y Justino Mártir; a grandes políticos como George Washington, Thomas Jefferson o James Stockdale; el estoicismo nos muestra esos valores internos que sabemos que tenemos, y nos permite aplicarlos en el día a día.

El inversor y autor Tim Ferriss lo define como “un sistema operativo personal”, es por ello que ha inspirado a cantantes como Camila Cabello o Mac Miller, actores como Arnold Schwarzenegger o Matthew McConaughey, y recientemente ha tenido un resurgimiento sobretodo en Silicon Valley en lo llamado “estoicismo moderno” inspirando a personajes como Sam Altman o Elon Musk gracias a figuras como Massimo Pigliucci, Donald Robertson, y al el mercadólogo que menciono tanto, Ryan Holiday.

El estoicismo empezó con un comerciante llamado Zenón de Citium, expandido por Cleantes y mejorado por Crisipo. Luego teniendo a tres grandes exponentes como lo son, Epicteto quien nació esclavo, Marco Aurelio quien fue probablemente el mejor emperador de Roma, y a Séneca asesor político y el mejor dramaturgo que tuvo Roma. En esta serie de tres artículos intentaré retratar los puntos más importantes de esta filosofía, así como también lo que me ha servido a mi de ella. En esta ocasión empezaremos por lo más básico, las cuatro virtudes estoicas: valentía, templanza, justicia y sabiduría.

La primera es la valentía, de la valentía es de donde las otras virtudes surgen, porque requiere de valentía para hacer lo correcto, si no tenemos valentía de nada sirve lo demás, ya que no podremos ponerlo en práctica. La valentía básicamente es definida por los estoicos como, decir la verdad y tomar riesgos por lo que nosotros creemos que es lo correcto.

La siguiente es justicia, es común que cuando pensamos en justicia creemos que se limita al sistema judicial o a la legalidad, pero no, para los estoicos la justicia es hacer lo correcto para el bien común aunque nadie lo practique. “Haz lo correcto, lo demás no importa.” Dijo alguna vez Marco Aurelio.

Templanza no es simplemente “no beber en exceso”, templanza es tener balance, es hacer la cantidad indicada de cosas de la manera correcta, y no hacer para nada cierto tipo de cosas. Podemos ver como incluso esta virtud aplica a las demás, tener demasiada valentía es caer en la imprudencia y no tener suficiente nos hace cobardes. Así que la templanza es el poder conocer la cantidad exacta de cada una de las otras virtudes.

La última virtud para los estoicos es la sabiduría, es entender las cosas, es buscar aprender, tener hambre de conocer cosas nuevas. Es importante que practiquemos este principio, para saber cuando ser valientes, como ser justos, saber cuál es la cantidad exacta de las cosas.

Las virtudes anteriores están interconectadas y la manera más práctica de empezar a aplicar el estoicismo es pensar, ¿Hay alguna situación en la que no apliquen estas virtudes? Pues claro que no, en toda situación la mejor manera de resolverla siempre involucra alguna de estas virtudes. Bien decía Marco Aurelio “Si puedes encontrar cualquier cosa mejor en el mundo que, la valentía, la justicia, la templanza o la sabiduría, tiene que ser algo muy especial.” Pero no se puede encontrar algo mejor que ellas, por lo que intentar practicarlas es vivir de la mejor manera.

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